"La vida es una sucesión de ciclos..." escuché en cierta ocasión en una película de la que ya no recuerdo el nombre. Generalmente a cada ciclo de éxitos le sucede uno de fracasos. El Barcelona busca como escapar de esa ley no escrita ni tampoco comprobada este domingo ante el Real Madrid, en un clásico que seá visto por zillones de ojos alrededor del planeta, oido por zillones de oidos y criticado por miles de expertos (cada fanático es un experto al momento del partido).
Los catalanes buscan como darle continuidad al ciclo de éxitos bajo el mando de Frank Rijkaard mientras que por el contrario, el Real Madrid busca como empezar un nuevo ciclo, dado a la sequía experimentada en los últimos años.
Ambos llegan heridos, mas no muertos. El Barcelona es sub líder y el Madrid está a la caza. El Barcelona quiere conquistar lo que aún no ha perdido, el Madrid no quiere perder lo que no ha logrado conquistar.
Llegan parejos en lo psicológico. Pero en mi opinión particular, el Madrid tiene aún mucho que recorrer para encontrar las armas que le permitan hacerle daño al Barcelona en su propio terreno. Más ahora que el Madrid no podrá contar con Beckham ni Reyes ni Roberto Carlos ni Cannavaro ni con su público.
El Barcelona quiere evitar lo inevitable. El Madrid quiere obtener lo imposible. Pero es un clásico que debe vivirse, sean cuales sean las circunstancias.
Los catalanes buscan como darle continuidad al ciclo de éxitos bajo el mando de Frank Rijkaard mientras que por el contrario, el Real Madrid busca como empezar un nuevo ciclo, dado a la sequía experimentada en los últimos años.
Ambos llegan heridos, mas no muertos. El Barcelona es sub líder y el Madrid está a la caza. El Barcelona quiere conquistar lo que aún no ha perdido, el Madrid no quiere perder lo que no ha logrado conquistar.
Llegan parejos en lo psicológico. Pero en mi opinión particular, el Madrid tiene aún mucho que recorrer para encontrar las armas que le permitan hacerle daño al Barcelona en su propio terreno. Más ahora que el Madrid no podrá contar con Beckham ni Reyes ni Roberto Carlos ni Cannavaro ni con su público.
El Barcelona quiere evitar lo inevitable. El Madrid quiere obtener lo imposible. Pero es un clásico que debe vivirse, sean cuales sean las circunstancias.