El Real Madrid ganó sin deleitar demasiado a su afición en el Santiago Bernabéu al Gimnástic de Tarragona. Los visitantes estuvieron desde el minuto ocho con un hombre menos, pero no se arrugaron ante los jugadores de Capello, que firmaron una primera parte para el olvido y a no ser por Robinho, quien inició de entrada en el segundo tiempo, el resultado pudo haber sido catastrófico para las aspiraciones merengues.
Los blancos tuvieron la balanza a su favor desde casi el inicio del partido con la expulsión de César Navas a los ocho minutos. Pero el Nástic plantó cara y vendió cara su derrota al proponer un buen juego de contragolpe ante los merengues.
Los de Capello por su parte no encontraron ideas en la primera parte para poder penetrar la defensa enemiga. Guti, Raúl, Cassano, Higüaín y Van Nistelrooy querían penetrar por la fuerza por el centro donde el Nástic estaba bien apertrechado y no dio facilidades. En general, la primera parte del Real Madrid fue decepcionante y el público hasta llegó a impacientarse por la poca imaginación de su equipo.
En la segunda parte Capello dio entrada a Robinho. El brasileño revolucionó el juego merengue y fue, sin duda, el salvador del partido. Con espacios para maniobrar y quitarse rivales Robinho demostró que es imparable. A partir de un pase suyo a Van Nistelrooy quien pifió el tiro, pero le salió un pase preciso al 10 merengue que entró solo por el segundo para para concretar el primer tanto que tanto ansiaba el equipo de Chamartín.
Robinho siguió dando destellos de su calidad. Por el centro del campo se inventó un pasillo que se cansó de recorrer el resto de la noche. Intentó un par de disparos de fuera del área y uno de ellos impactó el poste. En fin, un recital de fútbol que hace ilusionarse a la afición con lo que puede ofrecer el joven crack brasileño.
El Nástic, después del primer gol también intentó acechar al Madrid en su propia área, pero regaló espacios que los locales aprovechaban también para meter en peligro a la defensa de los de Tarragona. Robinho apareció al minuto 81 y con un pase bombeado a Salgado que bombeó al centro llegó el segundo gol por un cabezazo impecable de David García, desafortunadamente en propia puerta.
A partir del segundo gol el Real Madrid apostó por mantener el control del partido, mientras que el Nástic no pudo más ya con el cansancio de batallar casi todo el encuentro con uno menos. Pero demostró coraje y valentía al plantarse con agallas en terreno ajeno en circunstancias desfavorables.
El Madrid consigue los tres puntos, pero no convence en su propia casa. Robinho ha estado estupendo salvando a su equipo. Pero los demás de la delantera parece que solo quieren jugar contra el Barcelona y se olvidan que contra los equipos chicos también son tres puntos por partido los que se disputan.
Los blancos tuvieron la balanza a su favor desde casi el inicio del partido con la expulsión de César Navas a los ocho minutos. Pero el Nástic plantó cara y vendió cara su derrota al proponer un buen juego de contragolpe ante los merengues.
Los de Capello por su parte no encontraron ideas en la primera parte para poder penetrar la defensa enemiga. Guti, Raúl, Cassano, Higüaín y Van Nistelrooy querían penetrar por la fuerza por el centro donde el Nástic estaba bien apertrechado y no dio facilidades. En general, la primera parte del Real Madrid fue decepcionante y el público hasta llegó a impacientarse por la poca imaginación de su equipo.
En la segunda parte Capello dio entrada a Robinho. El brasileño revolucionó el juego merengue y fue, sin duda, el salvador del partido. Con espacios para maniobrar y quitarse rivales Robinho demostró que es imparable. A partir de un pase suyo a Van Nistelrooy quien pifió el tiro, pero le salió un pase preciso al 10 merengue que entró solo por el segundo para para concretar el primer tanto que tanto ansiaba el equipo de Chamartín.
Robinho siguió dando destellos de su calidad. Por el centro del campo se inventó un pasillo que se cansó de recorrer el resto de la noche. Intentó un par de disparos de fuera del área y uno de ellos impactó el poste. En fin, un recital de fútbol que hace ilusionarse a la afición con lo que puede ofrecer el joven crack brasileño.
El Nástic, después del primer gol también intentó acechar al Madrid en su propia área, pero regaló espacios que los locales aprovechaban también para meter en peligro a la defensa de los de Tarragona. Robinho apareció al minuto 81 y con un pase bombeado a Salgado que bombeó al centro llegó el segundo gol por un cabezazo impecable de David García, desafortunadamente en propia puerta.
A partir del segundo gol el Real Madrid apostó por mantener el control del partido, mientras que el Nástic no pudo más ya con el cansancio de batallar casi todo el encuentro con uno menos. Pero demostró coraje y valentía al plantarse con agallas en terreno ajeno en circunstancias desfavorables.
El Madrid consigue los tres puntos, pero no convence en su propia casa. Robinho ha estado estupendo salvando a su equipo. Pero los demás de la delantera parece que solo quieren jugar contra el Barcelona y se olvidan que contra los equipos chicos también son tres puntos por partido los que se disputan.