Barcelona perdió ante Liverpool y muchos nos preguntamos si los azulgranas han llegado al final de su ciclo como equipo insignia del fútbol mundial. Debemos revisar entonces los hechos y veremos qué pasa.
Primero, apuntamos a los torneos donde siguen vivos: Copa del Rey y Liga de España. En ambas tienen grandes posibilidades, y esas posibilidades van a aumentar ahora que no tienen que preocuparse por la Champions. Se les viene un partido crucial en la Liga ante el Real Madrid y es allí donde quizás se defina mucho del rumbo del equipo. Alejarse demasiado del Sevilla (el actual líder) sería complicado para las aspiraciones de los culés.
Lo segundo es darnos cuenta de lo que está mal. El fracaso en Champions es innegable. Se les tenía como favoritos para llegar a instancias posteriores a ésta en que quedaron eliminados y eso supone un golpe psicológico y económico trascendental. El otro aspecto es meramente futbolístico en el que no podemos engañarnos: el equipo no juega como antes. Ronaldinho está lejos de ser el del año pasado. Las lesiones le han mermado juego y brillo a Eto'o y a Messi. Mientras que los suplentes tienen rachas intermitentes que no terminan de complementar el balance que el año pasado era sobresaliente.
El futuro del equipo es incierto y hasta se menciona la salida de algunos cracks que antes se suponían inmovibles como Eto'o y Ronaldinho.
La verdad la escribirá el mismo club con la reacción ante esta reciente debacle, con la actitud que propongan cada uno de los integrantes del club y sobre todo, con la vuelta del juego que fue sin dudas uno de los mejores de todos los tiempos en gracia, vistosidad y efectividad.
Primero, apuntamos a los torneos donde siguen vivos: Copa del Rey y Liga de España. En ambas tienen grandes posibilidades, y esas posibilidades van a aumentar ahora que no tienen que preocuparse por la Champions. Se les viene un partido crucial en la Liga ante el Real Madrid y es allí donde quizás se defina mucho del rumbo del equipo. Alejarse demasiado del Sevilla (el actual líder) sería complicado para las aspiraciones de los culés.
Lo segundo es darnos cuenta de lo que está mal. El fracaso en Champions es innegable. Se les tenía como favoritos para llegar a instancias posteriores a ésta en que quedaron eliminados y eso supone un golpe psicológico y económico trascendental. El otro aspecto es meramente futbolístico en el que no podemos engañarnos: el equipo no juega como antes. Ronaldinho está lejos de ser el del año pasado. Las lesiones le han mermado juego y brillo a Eto'o y a Messi. Mientras que los suplentes tienen rachas intermitentes que no terminan de complementar el balance que el año pasado era sobresaliente.
El futuro del equipo es incierto y hasta se menciona la salida de algunos cracks que antes se suponían inmovibles como Eto'o y Ronaldinho.
La verdad la escribirá el mismo club con la reacción ante esta reciente debacle, con la actitud que propongan cada uno de los integrantes del club y sobre todo, con la vuelta del juego que fue sin dudas uno de los mejores de todos los tiempos en gracia, vistosidad y efectividad.
